Como es natural, todo envejece y se deteriora con el paso del tiempo, sobre todo aquellas cosas que están sometidas a un mayor desgaste, como por ejemplo las piezas y componentes de nuestros vehículos. Lo que hay que tener en cuenta es que mantener en buen estado todos los elementos mecánicos del coche supone un gasto en ocasiones inevitable, si lo que deseamos es optimizar su funcionamiento y alargar al máximo la vida útil del vehículo. Este gasto puede ser menor si se adquieren algunas de las piezas en el desguace.
Elementos del coche que más averías pueden tener
Los motores son elementos de vital importancia y están compuestos por un sistema de piezas que en definitiva son las que permiten el movimiento del vehículo. Este es el motivo de que sea uno de los elementos que más averías puede presentar, ya que el nivel de desgaste es muy superior al resto, y también porque es dentro del mismo dónde se encuentran ubicadas las piezas que se averían con mayor frecuencia.
¡Una de estas piezas es el caudalímetro, sobre todo en coches que utilizan el diésel como combustible, que es el sensor medidor del caudal que entra al motor.
El principal motivo de la avería del mismo es la polución que se adhiere al filamento encargado de medir el flujo del aire y que hace que la medición ya no sea precisa, por lo que termina enviando una señal errónea a la centralita que produce que la cantidad inyectada sea insuficiente. Para evitar esto lo aconsejable es sustituir frecuentemente el filtro del aire, ya que evitará que el caudalímetro se ensucie con tanta facilidad.
También es frecuente que se produzcan averías en la Válvula EGR, especialmente en motores diésel. Esta pieza es la encargada de reintroducir en los cilindros los gases de escape, pudiendo reutilizar de esta forma el motor aquellas partes de combustible que no hayan sido ya quemadas. El principal motivo de la avería de esta válvula en los motores diésel es la acumulación de la carbonilla y las partículas sólidas que se generan durante la combustión.
La bobina de encendido es otro de los componentes que suelen averiarse con facilidad, pero ésta, a diferencia de las dos anteriores, es exclusiva de los motores de gasolina. Esta bobina es la que genera la chispa que permite que las bujías comiencen a realizar la combustión de la mezcla del aire y la gasolina dentro de los cilindros. Para evitar esto, se recomienda sustituir las bujías como máximo a los 60.000 km.